Son muchas las personas que se acercan al psicólogo esperando que éste les dé la solución mágica a los problemas que padecen. Si pudiéramos hacer una correspondencia, sería como querer arreglar nuestra situación económica esperando a que nos toque la lotería.
No existe la magia en la psicología, el esfuerzo del trabajo en la terapia es lo que produce el logro de la curación.
Frases que suelen pronunciarse y que marcan esa expectativa mágica
- Quiero sentirme mejor sin tener que cambiar las cosas.
- Hace mucho tiempo que todo eso pasó, debería haberlo superado. ¿Cómo puede ser que sea eso lo que me esté afectando aún?
- ¡No sé si puedo ni quiero dedicar tanto tiempo y dinero a la terapia, también quiero hacer otras cosas!
- Esto va a doler, prefiero no remover esos sentimientos, así me afectaran menos.
- Quiero que venir aquí me sirva de algo.
- Yo lo que quiero es que me digan lo que tengo que hacer para salir de este sufrimiento y arreglar mi situación.
En realidad, estas frases son resistencias al trabajo terapéutico y deben ser analizadas con cautela porque pueden sabotear el intento de curación de la propia persona que sufre.
Quisiera explicar el proceso por el que pasa una persona que viene a hacer un trabajo tanto de psicoterapia breve como un trabajo de psicoanálisis para describir la realidad de un proceso que tiene poco de mágico y bastante de esfuerzo, dedicación y logro.
Desgranando el trabajo en una terapia
Cuando los pacientes vienen y explican la complejidad de su vida y de sus circunstancias actuales, ambos desandaremos los veinte o cuarenta años que lleva de vida. Esta tarea no se hace en poco tiempo. Requiere espacio para desarrollar el curso de los acontecimientos y las relaciones entre ellos y todo lo que se inscribió en su subjetividad.
Otra cosa es el alivio que comienza a producirse desde las primeras sesiones, cuando se empieza a aclarar la maraña de sentimientos y síntomas. Esto ocurrirá si la relación entre el paciente y el psicoanalista es buena y de confianza. Sentirse acompañado y dirigido por un buen profesional produce un gran alivio puesto que uno no está sólo ante la confusión de la angustia.
Es probable que este alivio pueda producirse al mismo tiempo que surgen las resistencias al trabajo terapéutico, las quejas por el dinero, por el tiempo, por las reglas que formalizan la terapia,…. Si conseguimos darle su sentido y la persona está comprometida con su curación y confía en el profesional y en su labor, se irán venciendo poco a poco. Es importante que en esos momentos se confíe en el profesional. Estas ideas resistentes surgirán a lo largo de todo el proceso terapéutico sea de corta o de larga duración y son el verdadero enemigo de la curación de la persona.
Confiar en un buen psicologo en Barcelona, Susana Gracia.
Fase 1: Psicoterapia Breve
La psicoterapia breve o psicoterapia focal breve, tan de moda actualmente sirve para salir del atolladero en el que nos habíamos metido.
- En los primeros meses, el paciente y el psicoanalista suelen descubrir la mayor parte de las causas de los padecimientos en cuánto se historifica la vida del paciente.
- El paciente con ese nuevo conocimiento suele tener ganas de tomar decisiones y actuar en su realidad inmediata; en ese momento conviene tutelar esas actuaciones ya que van a producir una liberación del sujeto pero también pueden acarrear consecuencias en su círculo más cercano.
Aquí puede acabar la terapia o continuarse. Hay personas que continúan con ella años después. Lo que yo recomiendo si es posible es continuar y conseguir una curación definitiva mediante el análisis psicoanalítico. Si quieres más información sobre la terapia breve puedes leer el siguiente artículo publicado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid hace unos años
Fase 2: Análisis Psicoanalítico
Cuando se quiere realizar un trabajo más profundo, entonces se realiza un trabajo de análisis psicoanalítico.
¿Qué se consigue mediante este trabajo más complejo?
- El paciente se convierte en un investigador de su propia historia.
- En su transcurso se preguntará genuinamente qué quiere de la vida y qué espera de sí mismo.
- Se trata de un tiempo de reflexión, de parar la acción para poder pensar racionalmente.
- También es un proceso de abrir el inconsciente a la tarea de analizarlo con la ayuda de un profesional.
Por ello el trabajo psicoanalítico es de los trabajos terapéuticos más profundos que hay.